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¿Sabes qué es el grounding y cómo practicarlo?

Quizás has escuchado que caminar descalzo sobre la tierra tiene beneficios para la salud, como reducir el estrés oxidativo, la inflamación y el dolor. Pero, ¿están comprobados estos beneficios? ¿tienen fundamento científico o sólo son creencias? Y si están comprobados, ¿cómo se practica?

Sigue leyendo para aclarar estas dudas y aprender cómo recibir todos los beneficios de esta práctica. 


¿En qué consiste el grounding o earthing?

Se trata de permitir que nuestra piel tenga contacto directo con la tierra o con el agua en un espacio natural. La forma más sencilla es simplemente caminar descalzos sobre la tierra, el pasto o la arena. 


¿Cómo funciona?

Tal vez has escuchado a alguien decir que un aparato eléctrico —como una televisión o un radio— necesita “hacer tierra” para que la señal se mantenga estable. Cuando algo tiene una carga eléctrica y se conecta a la tierra, la tierra “toma” una cantidad ilimitada de electrones y así neutraliza ese potencial eléctrico. 

Nuestro organismo también tiene una carga eléctrica (por ejemplo, la actividad de nuestro cerebro, corazón y neurotransmisores depende de señales eléctricas), pero nuestro cuerpo rara vez hace contacto con la tierra. Usualmente utilizamos zapatos con suela de goma (que no conduce la electricidad) y pasamos el día dentro de espacios completamente aislados de la superficie de la tierra. Mientras tanto, nuestros cuerpos acumulan carga positiva a través de los estímulos inflamatorios que nos rodean constantemente, como contaminación, alcohol, tabaco, pesticidas, etc. 

Nuestros antepasados, en cambio, caminaban descalzos o con zapatos de pieles de animales, que al humedecerse con agua o sudor sí conducen la sutil carga eléctrica de la tierra y así ayudan a neutralizar la carga eléctrica del cuerpo. También dormían directamente sobre la tierra o sobre pieles de animales. De esta manera, cada órgano, tejido y célula del cuerpo podía estabilizar su carga eléctrica con el potencial eléctrico de la tierra.


¿Qué tienen que ver la inflamación y el envejecimiento del cuerpo con los radicales libres?

Cuando nuestro cuerpo recibe una amenaza o un daño (por mala alimentación, alcohol, tabaco, contaminación, estrés, etc.) se producen moléculas con radicales libres. Son moléculas que tienen un desbalance de electrones y necesitan encontrar un electrón adicional para neutralizarse. En su búsqueda, pueden “robarlo” de una célula saludable y así dañarla (le provocan oxidación). Esto desencadena un ciclo de inflamación —que suele ser el inicio de dolores y enfermedades como diabetes, hipertensión, ataques cardíacos, cáncer y condiciones autoinmunes.

La tierra, por su parte, tiene una reserva interminable de electrones. Cuando nuestro cuerpo puede hacer contacto con la tierra, esos electrones establecen un flujo natural con el cuerpo, ayudan a neutralizar los radicales libres y a detener el ciclo de inflamación. Otra forma de obtener esos electrones es mediante alimentos antioxidantes. 

En un ambiente bioeléctrico estable, nuestros órganos y sistemas pueden funcionar de manera óptima. 


¿Cuáles son los beneficios de practicar grounding o earthing?

  1. Disminuye la inflamación y así ayuda a mejorar y prevenir enfermedades.
  2. Previene el envejecimiento prematuro (provocado por inflamación y oxidación de las células).
  3. Ayuda a mejorar la circulación, con lo que los nutrientes pueden distribuirse mejor en el cuerpo, mientras que los desechos y las toxinas pueden expulsarse mejor.
  4. Ayuda a mejorar la respuesta al estrés, disminuir la tensión provocada por estrés y regular las hormonas relacionadas con el estrés.
  5. Ayuda a mejorar la calidad de sueño y a tener más energía durante el día.
    Los estudios muestran que las personas que practican earthing tienen patrones de cortisol más alineados con el ritmo natural: el cortisol aumenta en la mañana cuando necesitamos sentirnos alerta y despiertos, y disminuye en la noche cuando necesitamos relajarnos y dormir. 
  6. Al mejorar la calidad de sueño, ayuda a fortalecer el sistema inmune, favorecer un peso saludable y regular el estado de ánimo
  7. Puede reducir el dolor crónico relacionado con la inflamación, como el dolor de articulaciones provocado por artritis, el dolor causado por otras condiciones autoinmunes, dolores de cabeza, cólicos menstruales, etc. 
  8. Puede reducir la viscosidad de la sangre, con lo que ayuda a prevenir enfermedades del corazón y ayuda a desinflamar los músculos después del entrenamiento. 
  9. Ayuda a mejorar la salud emocional y a promover un estado de ánimo de regulación, relajación y calma, pues ayuda a regular el sistema endocrino y el sistema nervioso. 
  10. Puede mejorar la regulación de glucosa en la sangre.

¿Estos beneficios están científicamente comprobados?

Los principios detrás del earthing o grounding están reconocidos por la ciencia.

En cuanto a la magnitud de los beneficios y sus mecanismos, las investigaciones son poco numerosas aún. Son necesarios más estudios científicos para entender a profundidad los alcances y las precisiones de esta práctica. 

Existen testimonios de personas con dolor crónico o con inflamación crónica que reportan mejoras muy significativas después de integrar el grounding o earthing de manera consistente. La mejor forma de comprobarlo es tomar las riendas de tu salud y experimentarlo. 


¿Cómo empezar a practicar earthing o grounding?

Algunas ideas para empezar a practicarlo:

  • Salir a un área verde en las mañanas, quitarse los zapatos y meditar unos minutos con los pies haciendo contacto con la tierra o el pasto
  • Crear un huerto en el jardín y atenderlo sin zapatos y sin guantes
  • Cocinar al aire libre en un asador, descalzo
  • En tu próxima salida a la playa, recostarte sobre la arena sin poner una toalla o camastro debajo
  • Nadar o flotar en el mar, en lagunas o ríos
  • Tocar la tierra o la arena con las manos
  • Caminar descalzo o acostarte sobre piedras de río

Lo ideal es practicarlo durante al menos 30 minutos cada día, pero incluso períodos más cortos pueden traerte beneficios. También existen dispositivos para practicar el grounding dentro de casa —como tapetes, zapatos, bandas, camas y sábanas cargadas eléctricamente. Sin embargo, nada supera el contacto directo con la naturaleza.